Siendo el día de la danza, era impensable que nuestro aula de folclore no tuviera su parte de protagonismo. La simbiosis existente entre música y danza existe desde tiempos inmemoriales y el arraigo que la danza tiene en nuestra cultura, por lo tanto, es notable. El pasado día, tuvimos la suerte de poder ver disfrutar a nuestros alumnos de tan alegre día, poniendo en práctica las danzas tradicionales aprendidas con nuestra compañera Conchi.
¡Que no pare la música! y por tanto… ¡Que no pare la danza!